Jueves 30 de Abril
Vamos a por el jueves y recuerda ¡NO TE RINDAS!
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A corregir:
Analiza estos verbos teniendo en cuenta que ahora
también pueden estar en modo subjuntivo:
Saldremos = Verbo salir, 1º persona del plural, futuro
simple del modo indicativo.
Hayan vivido = Verbo vivir, 3º persona del plural, pretérito
perfecto compuesto del modo subjuntivo.
Cantases = Verbo cantar, 2º persona del singular, pretérito imperfecto del modo subjuntivo.
Hubimos comido = Verbo comer, 1º persona del plural, pretérito anterior
de indicativo.
Cantemos
= Verbo cantar, 1º persona del plural, presente del modo subjuntivo.
Habrías crecido = Verbo crecer, 2º persona del singular, condicional compuesto.
Hubiera dormido = Verbo dormir, 1º o 3º persona del singular, pretérito
pluscuamperfecto de subjuntivo
Pág. 163 ejercicio nº2
El mercadillo solidario fue organizado por
los estudiantes.
Ese programa es visto por muchos
espectadores jóvenes.
El nuevo centro cultural fue inaugurado
por el alcalde.
Un robot ha sido construido por mi
hermana.
El premio fue entregado al periodista por
la nueva directora de informativos.
Pág. 163 nº3
El acusado será juzgado por un tribunal
Los náufragos fueron rescatados por un barco pesquero.
La nueva ley ha sido aprobada por el parlamento.
Pág. 163 nº6
Las hogazas son horneadas por la panadera
S. Paciente
Verbo C.
Agente
Las ballenas han sido avistadas por los
bañistas
S. Paciente
Verbo
C. Agente
El ganador será elegido por el público
S.
Paciente
Verbo
C. Agente
El premio fue vendido por ese lotero
S.
Paciente Verbo
C. Agente
El barco
fue arrastrado por las olas
S.
Paciente Verbo
C. Agentee
REPASO DE ORTOGRAFÍA:
Agudas Llanas
Esdrújulas
Sin tilde - Con tilde Sin tilde - Con tilde
candil corazón
mapas débil
bolígrafo
cristal jamás libro
ángel cálido
Expresión escrita
Hoy tenemos la visualización de este corto, a partir del cual tendrás que realizar tu trabajo. Se llama "EL ALFARERO".
Presta especial atención a la historia porque después tendrás que realizar un ejercicio por escrito donde vas a contar lo que sucede en ella a modo de resumen. Quiero que mires el mensaje profundo que lleva esta historia (algunas veces os he hablado de ello)y después lo relaciones con tu vida y la forma de enfrentarte al trabajo y a tus retos.
Pincha el enlace.
https://youtu.be/mrtE25ITdSg
⭐💥Realiza este resumen en el ordenador, utiliza el procesador de texto word, ponle título y tu nombre. Cuida tu ortografía y los signos de puntuación. Procura escribir de forma clara, con orden y sentido. Cuando lo tengas terminado lo mandas a la dirección de correo de tu tutora.
A través de este trabajo, las tutoras, vamos a valorar tu expresión escrita, por lo tanto es importante que te lo tomes muy en serio.
Hay que mandarlo el próximo lunes 4 de mayo. Recuerda cumplir las fechas y demostrar tu nivel de responsabilidad.
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¡¡A LEER !!
Como el viernes es fiesta y tenéis tres días maravillosos para leer, os presento nuestro libro del trimestre. Se llama
"LA BUENA SUERTE".
Como algunos sabéis, es un libro muy especial, a través del cual aprenderéis diez reglas fundamentales para tener "BUENA SUERTE". Cada fin de semana incluiré dos o tres capítulos para que los vayáis leyendo. De cada uno de ellos intentar sacar vuestras conclusiones. Al final tendréis que realizar un trabajo que entregaréis la última semana de mayo a vuestra profesora de Lengua por correo electrónico y será algo muy importante para demostrar lo bien que domináis el área de lengua. Sobre este trabajo os hablaré más adelante. ¡¡Ahora solo a disfrutar de la lectura!!
La Buena Suerte
El reto de Merlín
Hace mucho tiempo, en
un reino muy lejano, un mago llamado Merlín reunió a todos los caballeros del
lugar y les dijo:
—Hace tiempo que muchos
de vosotros me pedís un reto. Algunos me habéis sugerido que organice un torneo
entre todos los caballeros del reino. Otros habéis pedido que organice un
concurso de destreza con la lanza y la espada. Sin embargo, voy a proponeros un
reto diferente.
La expectación entre
los caballeros era máxima.
Merlín continuó:
—He sabido que en
nuestro reino, en un plazo de siete noches, nacerá el Trébol Mágico. Es un
trébol de cuatro hojas único, que proporciona al que lo posee un poder también
único: la suerte sin límites. Sin límite de tiempo ni límite de ámbito.
Proporciona suerte en el combate, suerte en el comercio, suerte en el amor…
Los caballeros
hablaban y hablaban entre ellos con gran excitación. Todos querían encontrar el
Trébol Mágico de cuatro hojas.
De nuevo, Merlín
aplacó los murmullos y tomó la palabra:
—¡Silencio! Aún no os
lo he dicho todo. El Trébol Mágico de cuatro hojas nacerá en el Bosque
Encantado, más allá de las doce colinas, detrás del Valle del Olvido. No sé en
qué rincón será, pero nacerá en algún lugar del bosque.
Aquella excitación
inicial se vino abajo. Primero se hizo el silencio y, a continuación, los
suspiros de desánimo resonaron por los jardines del castillo. Y es que el
Bosque Encantado era inmenso.
Ante la dificultad de
la empresa, la mayoría de los caballeros abandonaron el castillo real,
mascullando quejidos de protesta y dirigiendo miradas de desaprobación a Merlín
cuando pasaban junto a él.
—¿Y bien? —preguntó
entonces el mago—. ¿Vosotros no os vais?
Uno de ellos, que se llamaba
Nott y llevaba una capa negra, respondió:
—Sin duda es difícil.
El Bosque Encantado es enorme. Pero sé a quién preguntar. Creo que podré
encontrar el trébol del que hablas. El trébol será para mí.
El otro, que se
llamaba Sid y llevaba una capa blanca, se mantuvo en silencio hasta que Merlín
le dirigió una mirada escrutadora. Entonces dijo:
—Si tú dices que el
Trébol Mágico de cuatro hojas, el trébol de la suerte ilimitada, va a nacer en
el bosque, significa que así será. Creo en tu palabra. Por eso iré al bosque.
Así pues, ambos
caballeros partieron hacia el Bosque Encantado. Nott, en su caballo negro. Sid,
en su caballo blanco.
El Gnomo, Príncipe de la Tierra
El viaje por el reino
hasta el Bosque Encantado era largo y les llevó dos días. Así pues, disponían
solo de cinco jornadas para hallar el lugar donde nacería el Trébol Mágico. No
había tiempo que perder. A pesar de ello, ambos caballeros decidieron descansar
toda la noche antes de empezar la búsqueda.
Los dos habían hecho
el viaje por separado y no coincidieron en las breves paradas que hicieron para
dar de beber a sus respectivos caballos. Así que ninguno sabía en qué lugar del
bosque se encontraba el otro.
A la mañana siguiente,
muy temprano, Nott, decidido a encontrar el trébol, pensó:
“El Trébol Mágico
nacerá en el suelo. ¿Quién es el que mejor conoce cada palmo de tierra del
Bosque Encantado? Muy fácil: el Príncipe de la Tierra. Es decir, el Gnomo. El
Gnomo vive bajo el suelo y ha construido pasillos y corredores subterráneos por
cada uno de los rincones del Bosque Encantado”.
Así pues, Nott
preguntó dónde podía hallar al Gnomo a todos los extraños seres que encontró
por su camino, hasta que finalmente dio con él.
—¿Qué quieres? —le
preguntó el Gnomo—. Me han dicho que llevas todo el día buscándome.
—Efectivamente. He
sabido que dentro de cinco noches nacerá en el bosque el Trébol Mágico de
cuatro hojas. Un trébol solamente puede nacer de la tierra, así que tú,
Príncipe de la Tierra, debes de saber el lugar donde nacerá.
—Conozco los poderes
del Trébol Mágico de cuatro hojas. Y sé que su suerte ilimitada alcanza solo a
los caballeros que lo posean..., pero no he visto sus raíces en ningún lugar
del bosque. Es más, nunca han nacido tréboles en el Bosque Encantado. Es
imposible que el trébol nazca aquí. Quien te haya dicho eso te ha engañado.
El caballero Nott se
sintió defraudado.
“No es la primera vez
que me encuentro con alguien que no está a la altura que yo merezco”, pensó.
Así que se subió a su caballo, dio media vuelta y optó por esperar al día
siguiente. Después de todo, tal vez el Gnomo tuviera razón y Merlín se hubiera
equivocado de sitio o de fechas.
A medida que se
alejaba del Gnomo, montado sobre su caballo negro, Nott experimentó lo que
suelen experimentar aquellos a quienes les dicen que su suerte no es posible:
sintió algo de miedo. Pero lo más fácil era sustituir ese miedo por
incredulidad. “Sencillamente, no puede ser”. Eso fue justamente lo que pensó
Nott. Por eso, decidió ignorar lo que el Gnomo le había dicho…
Por su parte, Sid, el
caballero de la capa blanca, tuvo en la mañana de la tercera jornada
exactamente la misma idea que Nott. Él también sabía que el Gnomo era el más
indicado para averiguar en qué lugar brotaría el Trébol Mágico. Pasó el día
intentando dar con su guarida y, finalmente, encontró al Gnomo unos pocos
minutos después de que el caballero Nott lo hubiera dejado.
—Verás, he sabido que
dentro de cinco noches nacerá en el bosque el Trébol Mágico de cuatro hojas y
he pensado que... —Sid no pudo acabar la frase. El Gnomo se puso rojo como un
pimiento.
—Pero ¡¿qué pasa con
este maldito Trébol Mágico hoy?! —gritó, colérico—. Ya se lo he dicho al otro
caballero: ¡no hay ni ha habido nunca tréboles de la suerte en este bosque!
Aquí perdéis el tiempo.
El caballero Sid se dio
entonces cuenta de que algo pasaba: según Merlín, en el bosque nacería un
Trébol Mágico y, según el Gnomo, era imposible que en las circunstancias
actuales naciera allí ningún trébol. Los dos decían probablemente la verdad,
pero era posible que la verdad de cada uno fuera distinta. Así pues, quizá
seguir buscando el Trébol Mágico era una pérdida de tiempo. Si, tal y como
había dicho el Gnomo, en aquellas circunstancias no podía nacer ningún trébol,
se trataba entonces de saber qué era lo que hacía falta para que naciera un
trébol. De modo que Sid le preguntó, al mismo tiempo que lo calmaba:
—¡No te vayas, por
favor! Quiero saber por qué nunca han nacido tréboles en el bosque.
El Gnomo se giró y
explicó:
—Nadie se ha ocupado
de renovar nunca esta tierra. Los tréboles necesitan tierra fresca y esponjosa,
y la tierra de este bosque nunca ha sido removida ni aireada. Es un suelo duro,
apelmazado, ¿cómo quieres que así nazca un solo trébol?
—Por tanto, Gnomo,
Príncipe de la Tierra, si quisiera tener una sola posibilidad, aunque solamente
fuera una, de que creciera un único trébol en el bosque... ¿debería renovar la
tierra, cambiarla? —preguntó Sid.
—Obviamente. ¿No sabes
que solo se obtienen cosas nuevas cuando se hacen cosas nuevas?
—¿Y tú sabes dónde
podría encontrar tierra fértil? —El Gnomo estaba ya con medio cuerpo dentro de
la madriguera y con una mano a punto de cerrar la portezuela de madera. Con
todo, contestó a Sid:
—Hay algo de tierra
fresca y fértil en el territorio de las Cowls, a poca distancia de aquí. Es una
tierra rica, pues las Cowls, las vacas enanas, amontonan allí su estiércol. Esa
sí que es tierra buena.
El caballero le dio
efusivamente las gracias al Gnomo. Se subió entusiasmado a su blanco caballo y
cabalgó sin pérdida de tiempo hacia el territorio de las Cowls. Sabía que tenía
muy pocas probabilidades, pero por lo menos ya tenía algo.
Llegó al territorio de
las Cowls cuando ya anochecía. Le fue muy fácil encontrar la tierra de la que
hablaba el Gnomo. Solamente pudo llenar un par de alforjas, pero era suficiente
para una pequeña extensión de terreno.
A continuación, el
caballero Sid se dirigió con las alforjas de tierra nueva a una zona del bosque
tranquila, lejos de cualquier poblado. Encontró un lugar que le pareció
adecuado y arrancó las hierbas y los matojos que allí había. Después, removió y
quitó la tierra vieja, la que nunca se había renovado, la de siempre. Y por fin
extendió la tierra nueva en el suelo.
Cuando hubo acabado,
se puso a dormir. Solo tenía tierra para unos pocos palmos cuadrados. ¿Sería
aquel el lugar escogido para que brotara el Trébol Mágico? Si había que ser
realista, sería muy improbable tener tanta suerte. Unos pocos palmos entre
miles de hectáreas era algo así como una posibilidad entre millones. Sin
embargo, una cosa era cierta: había hecho algo distinto a lo hecho en el bosque
hasta el momento. Como buen caballero, sabía que hacer cosas diferentes era el
primer paso para lograr algo diferente.
Sid, tumbado y con la
cabeza apoyada en el suelo, miraba la tierra recién extendida. Pensó que el
Gnomo decía su verdad. Pensó también que Merlín decía la suya. Eran dos
verdades aparentemente contradictorias. Pero si se actuaba como él había hecho,
aportando nueva tierra a la tierra de siempre, esa aparente contradicción se
desvanecía.
Se durmió imaginando
que el trébol brotaba entre la tierra nueva que había esparcido. Soñar así le
ayudaba a olvidarse de las pocas probabilidades que había de que aquel rincón
fuera el elegido por el destino para acoger el Trébol Mágico.
¡¡Feliz fin de semana!!