viernes, 24 de abril de 2020

Jueves 30 de Abril Lengua

Jueves 30 de Abril
Vamos a por el jueves y recuerda ¡NO TE RINDAS!

===================================================================


A corregir:
Analiza estos verbos teniendo en cuenta que ahora también pueden estar en modo subjuntivo:
Saldremos = Verbo salir, 1º persona del plural, futuro simple del modo indicativo.
Hayan vivido = Verbo vivir, 3º persona del plural, pretérito perfecto compuesto del modo subjuntivo.
Cantases = Verbo cantar, 2º persona del singular, pretérito imperfecto del modo subjuntivo.
Hubimos comido = Verbo comer, 1º persona del plural, pretérito anterior de indicativo.
Cantemos = Verbo cantar, 1º persona del plural, presente del modo subjuntivo.
Habrías crecido = Verbo crecer, 2º persona del singular, condicional compuesto.
Hubiera dormido = Verbo dormir, 1º o 3º persona del singular,  pretérito pluscuamperfecto de subjuntivo

Pág. 163 ejercicio nº2
El mercadillo solidario fue organizado por los estudiantes.
Ese programa es visto por muchos espectadores jóvenes.
El nuevo centro cultural fue inaugurado por el alcalde.
Un robot ha sido construido por mi hermana.
El premio fue entregado al periodista por la nueva directora de informativos.
Pág. 163 nº3 
El acusado será juzgado por un tribunal 
Los náufragos fueron rescatados por un barco pesquero.
La nueva ley ha sido aprobada por el parlamento.
 Pág. 163 nº6
Las hogazas   son horneadas   por la panadera
   S. Paciente                   Verbo                    C. Agente
Las ballenas   han sido avistadas   por los bañistas
 S. Paciente             Verbo                         C. Agente
El ganador   será elegido   por el público
S. Paciente                Verbo                   C. Agente
El premio   fue vendido   por ese lotero
S. Paciente             Verbo                    C. Agente
El barco   fue arrastrado    por las olas 
S. Paciente           Verbo                        C. Agentee

REPASO DE ORTOGRAFÍA:
   Agudas                            Llanas                         Esdrújulas
Sin tilde - Con tilde       Sin tilde - Con tilde
 
candil       corazón         mapas       débil                bolígrafo
 cristal     jamás        libro          ángel              cálido

Expresión escrita
Hoy tenemos la visualización de este corto, a partir del cual tendrás que realizar tu trabajo. Se llama "EL ALFARERO". 


Presta especial atención a la historia porque después tendrás que realizar un ejercicio por escrito donde vas a contar lo que sucede en ella a modo de resumen. Quiero que mires el mensaje profundo que lleva esta historia (algunas veces os he hablado de ello)y después lo relaciones con tu vida y la forma de enfrentarte al trabajo y a tus retos.

Pincha el enlace.
https://youtu.be/mrtE25ITdSg


⭐💥Realiza este resumen en el ordenador, utiliza el procesador de texto word, ponle título y tu nombre. Cuida tu ortografía y los signos de puntuación. Procura escribir de forma clara, con orden y sentido. Cuando lo tengas terminado lo mandas a la dirección de correo de tu tutora.
A través de este trabajo, las tutoras, vamos a valorar tu expresión escrita, por lo tanto es importante que te lo tomes muy en serio.
Hay que mandarlo el próximo lunes 4 de mayo. Recuerda cumplir las fechas y demostrar tu nivel de responsabilidad. 

==============================================
¡¡A LEER !!

Como el viernes es fiesta y tenéis tres días maravillosos para leer, os presento nuestro libro del trimestre. Se llama 
 "LA BUENA SUERTE". 

Como algunos sabéis, es un libro muy especial, a través del cual aprenderéis diez reglas fundamentales para tener "BUENA SUERTE". Cada fin de semana incluiré dos o tres capítulos para que los vayáis leyendo. De cada uno de ellos intentar sacar vuestras conclusiones. Al final tendréis que realizar un trabajo que entregaréis la última semana de mayo a vuestra profesora de Lengua por correo electrónico y será algo muy importante para demostrar lo bien que domináis el área de lengua. Sobre este trabajo os hablaré más adelante. ¡¡Ahora solo a disfrutar de la lectura!!



La Buena Suerte



El reto de Merlín

Hace mucho tiempo, en un reino muy lejano, un mago llamado Merlín reunió a todos los caballeros del lugar y les dijo:


—Hace tiempo que muchos de vosotros me pedís un reto. Algunos me habéis sugerido que organice un torneo entre todos los caballeros del reino. Otros habéis pedido que organice un concurso de destreza con la lanza y la espada. Sin embargo, voy a proponeros un reto diferente.


La expectación entre los caballeros era máxima.


Merlín continuó:


—He sabido que en nuestro reino, en un plazo de siete noches, nacerá el Trébol Mágico. Es un trébol de cuatro hojas único, que proporciona al que lo posee un poder también único: la suerte sin límites. Sin límite de tiempo ni límite de ámbito. Proporciona suerte en el combate, suerte en el comercio, suerte en el amor…


Los caballeros hablaban y hablaban entre ellos con gran excitación. Todos querían encontrar el Trébol Mágico de cuatro hojas.


De nuevo, Merlín aplacó los murmullos y tomó la palabra:


—¡Silencio! Aún no os lo he dicho todo. El Trébol Mágico de cuatro hojas nacerá en el Bosque Encantado, más allá de las doce colinas, detrás del Valle del Olvido. No sé en qué rincón será, pero nacerá en algún lugar del bosque.

Aquella excitación inicial se vino abajo. Primero se hizo el silencio y, a continuación, los suspiros de desánimo resonaron por los jardines del castillo. Y es que el Bosque Encantado era inmenso.

Ante la dificultad de la empresa, la mayoría de los caballeros abandonaron el castillo real, mascullando quejidos de protesta y dirigiendo miradas de desaprobación a Merlín cuando pasaban junto a él.

—¿Y bien? —preguntó entonces el mago—. ¿Vosotros no os vais?

Uno de ellos, que se llamaba Nott y llevaba una capa negra, respondió:

—Sin duda es difícil. El Bosque Encantado es enorme. Pero sé a quién preguntar. Creo que podré encontrar el trébol del que hablas. El trébol será para mí.

El otro, que se llamaba Sid y llevaba una capa blanca, se mantuvo en silencio hasta que Merlín le dirigió una mirada escrutadora. Entonces dijo:

—Si tú dices que el Trébol Mágico de cuatro hojas, el trébol de la suerte ilimitada, va a nacer en el bosque, significa que así será. Creo en tu palabra. Por eso iré al bosque.

Así pues, ambos caballeros partieron hacia el Bosque Encantado. Nott, en su caballo negro. Sid, en su caballo blanco.


El Gnomo, Príncipe de la Tierra 
El viaje por el reino hasta el Bosque Encantado era largo y les llevó dos días. Así pues, disponían solo de cinco jornadas para hallar el lugar donde nacería el Trébol Mágico. No había tiempo que perder. A pesar de ello, ambos caballeros decidieron descansar toda la noche antes de empezar la búsqueda.

Los dos habían hecho el viaje por separado y no coincidieron en las breves paradas que hicieron para dar de beber a sus respectivos caballos. Así que ninguno sabía en qué lugar del bosque se encontraba el otro.

A la mañana siguiente, muy temprano, Nott, decidido a encontrar el trébol, pensó:

“El Trébol Mágico nacerá en el suelo. ¿Quién es el que mejor conoce cada palmo de tierra del Bosque Encantado? Muy fácil: el Príncipe de la Tierra. Es decir, el Gnomo. El Gnomo vive bajo el suelo y ha construido pasillos y corredores subterráneos por cada uno de los rincones del Bosque Encantado”.

Así pues, Nott preguntó dónde podía hallar al Gnomo a todos los extraños seres que encontró por su camino, hasta que finalmente dio con él.

—¿Qué quieres? —le preguntó el Gnomo—. Me han dicho que llevas todo el día buscándome.

—Efectivamente. He sabido que dentro de cinco noches nacerá en el bosque el Trébol Mágico de cuatro hojas. Un trébol solamente puede nacer de la tierra, así que tú, Príncipe de la Tierra, debes de saber el lugar donde nacerá.

—Conozco los poderes del Trébol Mágico de cuatro hojas. Y sé que su suerte ilimitada alcanza solo a los caballeros que lo posean..., pero no he visto sus raíces en ningún lugar del bosque. Es más, nunca han nacido tréboles en el Bosque Encantado. Es imposible que el trébol nazca aquí. Quien te haya dicho eso te ha engañado.

El caballero Nott se sintió defraudado.

“No es la primera vez que me encuentro con alguien que no está a la altura que yo merezco”, pensó. Así que se subió a su caballo, dio media vuelta y optó por esperar al día siguiente. Después de todo, tal vez el Gnomo tuviera razón y Merlín se hubiera equivocado de sitio o de fechas.

A medida que se alejaba del Gnomo, montado sobre su caballo negro, Nott experimentó lo que suelen experimentar aquellos a quienes les dicen que su suerte no es posible: sintió algo de miedo. Pero lo más fácil era sustituir ese miedo por incredulidad. “Sencillamente, no puede ser”. Eso fue justamente lo que pensó Nott. Por eso, decidió ignorar lo que el Gnomo le había dicho…

Por su parte, Sid, el caballero de la capa blanca, tuvo en la mañana de la tercera jornada exactamente la misma idea que Nott. Él también sabía que el Gnomo era el más indicado para averiguar en qué lugar brotaría el Trébol Mágico. Pasó el día intentando dar con su guarida y, finalmente, encontró al Gnomo unos pocos minutos después de que el caballero Nott lo hubiera dejado.

—Verás, he sabido que dentro de cinco noches nacerá en el bosque el Trébol Mágico de cuatro hojas y he pensado que... —Sid no pudo acabar la frase. El Gnomo se puso rojo como un pimiento.

—Pero ¡¿qué pasa con este maldito Trébol Mágico hoy?! —gritó, colérico—. Ya se lo he dicho al otro caballero: ¡no hay ni ha habido nunca tréboles de la suerte en este bosque! Aquí perdéis el tiempo.

El caballero Sid se dio entonces cuenta de que algo pasaba: según Merlín, en el bosque nacería un Trébol Mágico y, según el Gnomo, era imposible que en las circunstancias actuales naciera allí ningún trébol. Los dos decían probablemente la verdad, pero era posible que la verdad de cada uno fuera distinta. Así pues, quizá seguir buscando el Trébol Mágico era una pérdida de tiempo. Si, tal y como había dicho el Gnomo, en aquellas circunstancias no podía nacer ningún trébol, se trataba entonces de saber qué era lo que hacía falta para que naciera un trébol. De modo que Sid le preguntó, al mismo tiempo que lo calmaba:

—¡No te vayas, por favor! Quiero saber por qué nunca han nacido tréboles en el bosque.

El Gnomo se giró y explicó:

—Nadie se ha ocupado de renovar nunca esta tierra. Los tréboles necesitan tierra fresca y esponjosa, y la tierra de este bosque nunca ha sido removida ni aireada. Es un suelo duro, apelmazado, ¿cómo quieres que así nazca un solo trébol?

—Por tanto, Gnomo, Príncipe de la Tierra, si quisiera tener una sola posibilidad, aunque solamente fuera una, de que creciera un único trébol en el bosque... ¿debería renovar la tierra, cambiarla? —preguntó Sid.

—Obviamente. ¿No sabes que solo se obtienen cosas nuevas cuando se hacen cosas nuevas?

—¿Y tú sabes dónde podría encontrar tierra fértil? —El Gnomo estaba ya con medio cuerpo dentro de la madriguera y con una mano a punto de cerrar la portezuela de madera. Con todo, contestó a Sid:

—Hay algo de tierra fresca y fértil en el territorio de las Cowls, a poca distancia de aquí. Es una tierra rica, pues las Cowls, las vacas enanas, amontonan allí su estiércol. Esa sí que es tierra buena.

El caballero le dio efusivamente las gracias al Gnomo. Se subió entusiasmado a su blanco caballo y cabalgó sin pérdida de tiempo hacia el territorio de las Cowls. Sabía que tenía muy pocas probabilidades, pero por lo menos ya tenía algo.

Llegó al territorio de las Cowls cuando ya anochecía. Le fue muy fácil encontrar la tierra de la que hablaba el Gnomo. Solamente pudo llenar un par de alforjas, pero era suficiente para una pequeña extensión de terreno.

A continuación, el caballero Sid se dirigió con las alforjas de tierra nueva a una zona del bosque tranquila, lejos de cualquier poblado. Encontró un lugar que le pareció adecuado y arrancó las hierbas y los matojos que allí había. Después, removió y quitó la tierra vieja, la que nunca se había renovado, la de siempre. Y por fin extendió la tierra nueva en el suelo.

Cuando hubo acabado, se puso a dormir. Solo tenía tierra para unos pocos palmos cuadrados. ¿Sería aquel el lugar escogido para que brotara el Trébol Mágico? Si había que ser realista, sería muy improbable tener tanta suerte. Unos pocos palmos entre miles de hectáreas era algo así como una posibilidad entre millones. Sin embargo, una cosa era cierta: había hecho algo distinto a lo hecho en el bosque hasta el momento. Como buen caballero, sabía que hacer cosas diferentes era el primer paso para lograr algo diferente.

Sid, tumbado y con la cabeza apoyada en el suelo, miraba la tierra recién extendida. Pensó que el Gnomo decía su verdad. Pensó también que Merlín decía la suya. Eran dos verdades aparentemente contradictorias. Pero si se actuaba como él había hecho, aportando nueva tierra a la tierra de siempre, esa aparente contradicción se desvanecía.

Se durmió imaginando que el trébol brotaba entre la tierra nueva que había esparcido. Soñar así le ayudaba a olvidarse de las pocas probabilidades que había de que aquel rincón fuera el elegido por el destino para acoger el Trébol Mágico. 

                              

¡¡Feliz fin de semana!!










3 comentarios: